Asociación fotográfica «En el punto de mira»
Quienes formamos esta asociación nos conocimos en encuentros casuales, concretamente en cursos de formación fotográfica. Es tanto nuestro entusiasmo inicial que vamos congeniando y encajando, formando así un grupo ameno, variopinto y heterogéneo, con peculiares formas de ser y singulares maneras de ver el mundo a través de las cámaras.
Con el tiempo, unidos por nuestro amor a la fotografía, nos convertimos en un grupo compacto que va aprendiendo de la mano de diferentes fotógrafos y organizando quedadas didácticas. Estos encuentros cimentan una amistad y consolidan el grupo hasta que, hace poco más de cuatro años, decidimos asociarnos con el objetivo de seguir aprendiendo y disfrutando de la fotografía. Y aquí seguimos: buscando lo extraordinario en lo cotidiano, experimentando con la luz y las emociones; y, como no puede ser de otra manera, sugiriendo motivos para contar historias así como para transmitir sensaciones a través de nuestras imágenes.
En esta exposición colectiva, cuyo punto de mira es la Alhambra, seguimos con el entusiasmo de quienes se sienten atraídos por el magnetismo de la fotografía y disfrutan de este arte entre amigos.
Exposición “La Alhambra en el punto de mira”
Nos acercamos a la Alhambra con el tremendo desafío que comporta ser un lugar conocidísimo por visitantes o estudiosos, fotógrafos o artistas. Un lugar millones de veces ilustrado, fotografiado o grabado. Todos tenemos en la retina imágenes icónicas o motivos recurrentes de este monumento universal. Y, cómo no, en nuestra mente resuenan los ecos de este palacio sostenido por palabras. A la designada por José Carlos Rosales «ciudadela de palabras» en Memoria poética de La Alhambra, nosotros nos atrevemos a reconstruirla con imágenes.
La mayoría de nosotros atesoramos imágenes y recuerdos que brotan de este recinto ¿Queda algún rincón desconocido o secreto que no haya sido observado, ilustrado o reproducido? Nos tememos que no. A pesar de ello, este monumento nazarí tiene la capacidad de generar nuevas imágenes, por eso estaremos de acuerdo en que la Alhambra no se agota. Y no se agota porque, cada vez que la visitamos, nuestra mirada se detiene en un fugaz instante, nos fijamos en un detalle o contemplamos una Alhambra muchas veces no real pero sí imaginada y, siempre, mágica.
Como no podría ser de otro modo, esta exposición colectiva ofrece impresiones personales, estilos variados que esbozan una Alhambra real o imaginada; también, traza un espacio que sugiere recorridos por sus estancias y nos invita a quedarnos atrapados en ella. Además, subraya motivos recurrentes para contemplar y, por qué no, para redescubrir o recrearse en el punto de mira de estas imágenes.
Lola Fernández Montoro
La exposición consta de treinta y una fotos en color, con unas medidas de 20×30 aproximadamente. Junto a las fotos aparecen los textos que han servido de inspiración para realizarlas. Las que aparecen en este dossier son la base de la exposición, no obstante los autores podrán añadir alguna o sustituirla por otra dentro de la misma temática.
Con el objetivo de colaborar con proyectos de desarrollo en La India, la asociación fotográfica “En el punto de mira” pondrá a la venta las fotos y destinará los beneficios obtenidos a programas de desarrollo de la Fundación Vicente Ferrer.
Comisaria de la exposición: Ana Romero Isla
Ana Romero Isla
El agua de la Alhambra
¡ Qué bien se oye y bien suena el agua de la Alhambra,
que nace entre azucenas y canta pronto una zambra!
Cuando cae mira al cielo,
cuando pasa, apenas pasa,
bajada por los senderos,
de barandillas y cauchiles,
pasamanos de labranzas,
cantos de su agua hermosa,
tan perfumada y descalza,
tan profunda y juguetona,
olvidada y encontrada,
al sol su rostro en las fuentes,
en blancos aljibes ocultada,
enmarañada en los bosques,
serenada en las estancias,
enfilada en los palacios,
por los montes encabritada,
como el sueño de sus ríos,
que, olvidados de ser ríos,
entre sus bosques quedaran.
Poemas de la Alhambra, Jose María Torres Morenilla
Belén Ortiz García
LLuvia
La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de somnolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.
Federico García Lorca, Granada (1898-1936)
21°25′21″N 39°49′34″E
Allí nace el poeta, el genio crea;
el pintor se enloquece y arrebata;
el artista se siente entusiasmado;
el hombre grande la grandeza alaba;
el viajero se asombra, se detiene,
juzga que un sueño su razón embarga,
y cuando ve la realidad que toca
bendice a Dios en oración sagrada.
Rogelia León, Granada (1828-1870
Chema Cangas
La arquitectura configura espacios que son delimitados por planos y que se materializan en suelos, paredes y techos. En algunos casos, la experiencia de la arquitectura puede ir más allá del aprecio de los valores espaciales fundamentales (como la luz, escala, proporción, ritmo, texturas o colores) al verse intensificada por imágenes específicas o inscripciones explícitas, que proporcionan nuevas claves para su comprensión. En este sentido, la Alhambra es un prodigio.
En la Alhambra, Matemática, Poesía y Dibujo fueron invocados para hacer “hablar” a las paredes, buscando una comunicación con el espectador.
Juan José Saiz-Pardo González-Aurioles
Poemas de la Alhambra: Sala Dos Hermanas
Ibn Zamrak
La Alhambra habla a quien sabe escuchar, sus paredes están plagadas de escrituras, versos y poemas realizados por tres poetas de la Corte de Granada, Ibn al-Yayyab (1274-1349), Ibn al-Jatib (1313-1375) e Ibn Zamrak (1333-1393), que fueron secretarios de la cancillería real y primeros ministros. De entre ellos Ibn Zamrak es considerado como el más brillante de los poetas de la Alhambra.
Sobre los zócalos de la sala de las Dos Hermanas se extiende una bella qasida del poeta y visir Ibn Zamrak en caracteres cursivos-andalusíes que alude a la belleza de la sala, comparándola con un jardín, y a la de la maravillosa cúpula de mocárabes que la cubre. La epigrafía nos descubre el significado cósmico de este espacio, a modo de visión nocturna de la constelación de las Pléyades. Sería un digno correlato y contraposición a la cúpula de Comares
Lola Fernández Montoro
Acequias y colinas
Mi memoria aún recuerda
los días de verano entre jardines
con cierta bruma tan cercana
a las torres que nunca se cayeron.
Os veo pasear y contemplarme
sin siquiera saber que me estáis viendo
a mí, que gocé de la vida en este sitio,
por la misma colina que contempla
la ciudad y sus barrios desde siempre
más allá de estos muros que conocen
cada detalle de esta vida mía,
de esta vida mía que aún sigue latiendo
en el agua que corre por acequias.
Soledad Iranzo Bel, Algeciras (980-actualidad)
Alhambra
A Luis Rosales
Fue cuando el alma apareció en columnas.
Fue cuando el aire se agrupó en ventanas.
Y la luz en techumbre que sostienen
muros de amor.
Fue cuando la gacela sideral
llegó sedienta al agua inextinguible.
Y halló, por fin, donde poner los ojos
la poesía.
Cuando una mano dibujó el ensueño
y lo perdidamente femenino.
Cuando la luna se olvidó en el día
de primavera.
Cuando el espacio se asomó a su reino
y volaba la recta tras la curva,
y la curva se abría como un ángel
quieto y volando.
(…)
Cuando la reina, cuando los suspiros.
Y cuando tuvo el cielo azul un patio
para morar y con el vino rojo
y las palomas.
Fue cuando un cuento se quedó dormido.
Cuando la música entornó los párpados.
Cuando la juventud, cuando la noche,
¡oh, cuando el agua…!
Eduardo Carranza, Colombia (1913-1985)
María del Pilar de la Torre Rubio
Los Adarves
Las antiguas murallas granadinas
son hoy de flores rebosante vaso.
Prodigio de los siglos que a su paso
convirtieron en rosas las espinas.
Y las de mármol fuentes cristalinas
y los oros fundidos del ocaso,
bendicen a la par este fracaso
que embelleció las horas vespertinas.
En donde ayer se alzaban las almenas,
florecieron jazmines y azucenas.
Y donde, oculto, sorprendió el vigía
del enemigo los siniestros planes,
a través hoy de mirtos y arrayanes
se absorbe del paisaje la ambrosía.
Alberto Álvarez de Cienfuegos, Jaén (1885-1957)
Rocío Lombardo Enríquez
Imagina la Alhambra conmigo
Un paseo por la Alhambra, partiendo de la Silla del Moro, un lugar de ensueño, donde el tiempo se detiene mientras los jardines y torres de la Alhambra se despliegan a lo largo del horizonte.
La Torre de Comares, con el Salón del Trono, símbolo de poder y gloria. El Peinador de la Reina, donde la luz se filtra, a través de los arcos, creando una imagen única.
Te invito a ver la Alhambra conmigo, un tesoro de la humanidad, muestra de belleza y encanto, que esconde en cada rincón una época mágica, de esplendor, de sueños y de leyendas. Imagina.
Sagrario Fernández Teba
Escritura
La escritura en la piedra
se torna fuente, nube.
No hay aquí la hiedra.
El cielo mana y sube
dejando en toda cosa
la leve adivinanza
de la muerte: la rosa
de polvo no me alcanza.
Me nombro en la escritura
de la Alhambra. El desierto
no es más que una aventura
del árabe. Su huerto
a la piedra resiste
cantado en la Gacela:
El paraíso existe
si duerme el centinela.
Giovanni Quessep, Colombia (1939)
Soledad González Reyes
“Soy como una doncella cuyos esponsales se desean
y a la que de antemano se le disponen corona y diadema
ante mí está el espejo, una alberca en cuya superficie mis bellezas toman forma.”
Ibn Zamrak. Friso del patio de Arrayanes